A través del Tiempo
Hoy celebró 3 años sin cáncer.
Hoy celebró la extraordinaria capacidad de curación que tenemos nosotros mismos.
Mediante el perdón y el soltar pude recuperar mi compromiso conmigo misma. El ponerme al principio de mi lista para conseguir mi curación.
Es un gran camino en el cual de vez en cuando me desvío. Pero cada paso es por convicción propia de llegar a una nueva cima más conciente y alcanzar mi paz espiritual.
Tuve que recorrer mucho de mi pasado y descubrir mis traumas, y aceptar mis verdaderos miedos para aliviar mi alma.
Me toco volverme toda una experta como manejar mi subconsciente para poder permitirme hacer esos cambios significativos. Me toco filtrar muchos pensamientos negativos para llegar a mi éxito.
Llorosa y un día de los más obscuros de mi vida me di cuenta que yo necesitaba decir quiero vivir, quiero luchar por una segunda oportunidad.
Ese día, me permití ser responsable de mi vida, de mis actos, de mis palabras y no utilizar mi enfermedad como excusa para cubrir mis errores, mis desilusiones y tal vez mis fracasos.
Ese día, se volvería mi principio y donde empezaría a revisar cada experiencia como una oportunidad para crecer y creer en mí nuevamente.
Desde ese día, no dejó de investigar cómo utilizar la mente conciente para resolver la mayoría de nuestros problemas.
El conciente siempre está ahí dispuesto ayudar, solo tenemos que pedir su apoyo.
Y con frecuencia, me doy cuenta y reconozco en mis clientes y en mi misma que nuestra adicción a nuestras mentirás y traumas adquiridos durante lo largo de nuestras vidas es mucho más dolorosa que el evento en si.
Suprimir el dolor y las tristezas no es fácil, pero se puede lograr con nuevos hábitos que tenemos que cuidar para que nos protejan.
Creó con absoluta certeza que la clave de nuestra sanación es que necesitamos aprender a pasar más tiempo en el conciente, reprogramando así constantemente nuestro subconsciente.
Solo cuando comienzo a decir yo primero, mi vida ha mejorado de una manera espectacular.
Así que tú también aprende a decir: ¡Yo primero!
Y recuerda que cuando tú estás bien, todo al rededor tuyo cambia.
Yo ya estoy bien y ¿tú?