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Esté si era famoso y no desconocido.

Esté si era famoso y no desconocido.

#adrianabebig

#historiasdemicorazon

#historiademicorazon

Hace muchos años, viajaba de regreso de Vietnam a USA y lo único que tenía en mente era llegar darle un beso de esos de película a Berend. De esos encuentros de que corres y te abrazas y no quieres soltar. Que te pierdes en ese beso.

En mi mente solo pensaba en ese beso. Y subirme al avión. Ya tenía horas esperando en el aeropuerto y quería subir. Era un viaje muy largo, en fin estaba acostumbrada.

Era uno de esos aviones muy lindos y yo viajaba en el asiento 1A.

Berend y yo habíamos acordado vernos en Nueva York y pasar unos días juntos de compras antes de llegar a México a pasar la Navidad.

Finalmente me subo al avión, me acomodo y la persona más interesante se sienta a mi lado.

Un hombre ya mayor, con cabello blanco, apuesto. Yo me sentía un poco distraída, nos acomodamos y el avión despegó.

Al poco rato la azafata nos ofrece una bebida y el hombre apuesto me pidió mi opinión acerca de mis experiencias en Vietnam. Pasamos horas contando historias. Muy amenas de esas noches que estás aprendiendo y que no importa lo cansada que te sientas, la charla es buenísima.

A Vietnam lo conocí hace 25 años, cuando aún McDonald’s, ni Starbucks existían. Nos hospedabamos en casas de huéspedes y sus propietarios en su mayoría eran Chinos.

Ya tenían varias semanas viviendo en la casa de Huéspedes y mi trasporte era un bici taxi.

Cada mañana la Chinita nos decía no ahí desayuno, pero si quieres baja un mango del árbol. Yo me bajaba dos. En Vietnam en esa época no era fácil conseguir lo que uno necesitaba como el papel del baño, pasta de dientes.

Las cosas que en USA o Europa eran triviales acá desafortunadamente era un lujo y además difícil de encontrar.

Una noche, la Chinita decide que me siete sola y me manda compañía a mí cuarto.

De repente (doy un grito que me salió del alma) me había enviado a un joven vietnamita a que me hiciera fiestas. Jajajajajaja ahora me río, pero en ese momento cuando estás durmiendo y de repente empiezas a sentir a alguien queriendo hacer fiestas contigo. Jajajajajaja qué juventud la mía.

El pobre joven salió corriendo. Creo que mi grito lo asustó. Los dos quedamos asustados. Jajajajajaja

Al día siguiente, la Chinita me dice que si no era mi tipo y le dije que no. Y me dijo que le dijera cual y ella se encargaba de enviarlo. Jajajajajaja

Creo que me ve tan sola…..

Mis compañeros me animaron a que escribiera una lista de requerimientos y ellos me ayudaron a traducir la lista para que la Chinita no se fuera a confundir.

Esa tarde que regrese a mi habitación le entregué la lista. Era una descripción detallada de mi esposo Berend, Ella no lo sabía.

Y cada mañana me decía sigo buscando y no lo encuentro. Jajajajajaja así pasaron varias semanas hasta ese día en el avión donde soñaba con darle ese beso de película a mi Berend.

El hombre apuesto en el avión era bastante culto de esos que tienen buenas historias que contar. Tuvimos una plática bastante amena y ya casi llegando a Nueva York, el capitán del avión pasa a saludar a este señor. Y le dice que si puede acompañarlo.

Yo simplemente no me metí en su conversación, dando espacio y por respeto a mi compañero de viaje.

De repente el capitán del avión está dando un mensaje de Feliz Navidad para todos los pasajeros y que nos tenía una gran sorpresa.

Y entonces, mi compañero de asiento empieza a hablar por el micrófono y dice soy Jimmy Carter ex-presidente de USA….y yo WOW.

Regresa a su lugar y yo me sonrió y me dice no sabías quién era o eres muy buena.

Y le contesto….soy muy buena y me río. Y le cierro un ojo.

Esté si que era famoso y no desconocido.

-fin-

Moraleja de la historia:

No importa que tan importante seas escucha siempre los puntos de vista y opiniones de otros.

Y acuerdate que todos somos iguales y cada uno tiene nuevas necesidad por descubrir.

Se grande, se tú.

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