El psoas y el nervio vago
📌 El psoas y el nervio vago: la relación
- El psoas está muy cerquita del diafragma, que es el músculo principal de la respiración.
- El nervio vago pasa justo por esa zona, bajando desde el cerebro, atravesando el cuello, el pecho y llegando al abdomen.
- Cuando el psoas se tensa (por miedos, estrés o malas posturas), también se tensa el diafragma → y esto afecta al nervio vago.
👉 Resultado: el nervio vago, que normalmente nos ayuda a estar tranquilos, relajados y con buena digestión, se ve bloqueado.
📌 ¿Qué pasa en el cuerpo cuando el vago está bloqueado por tensión en el psoas?
- La respiración se vuelve corta y superficial.
- Aumenta la sensación de ansiedad o preocupación.
- La digestión se vuelve más lenta.
- El cuerpo permanece en “alerta” en lugar de descansar.
Es como si el “cable de la calma” (el nervio vago) quedara apretado por un músculo (el psoas) que guarda miedo.
📌 Cuando liberamos el psoas
- El diafragma respira más libre.
- El nervio vago se activa mejor → enviando mensajes de calma al corazón, estómago e intestinos.
- El cuerpo entra en “modo paz”: baja la presión, se regula la digestión y la mente se siente más serena.
Por eso se dice que trabajar el psoas es también sanar la conexión emocional que va de la cabeza al corazón y al vientre.
🌱 Ejercicio sencillo para activar el nervio vago a través del psoas
- Siéntate cómoda, lleva una mano al abdomen y otra al pecho.
- Inhala por la nariz contando hasta 4, sintiendo que el vientre se expande.
- Exhala por la boca contando hasta 6, como si soplaras suavemente.
👉 Hazlo 5 veces. Esto relaja el psoas, abre el diafragma y activa el nervio vago.
🌸 Aceite esencial recomendado
Bergamota → equilibra serotonina y dopamina, calma la ansiedad y ayuda al nervio vago a trabajar mejor. Ideal para inhalar en respiraciones profundas.
Aquí tienes un ejercicio guiado muy sencillo para soltar el psoas y al mismo tiempo activar el nervio vago, adaptado para que incluso una señora de 80 años pueda hacerlo con calma y seguridad.
🌿 Ejercicio guiado: Liberar el psoas y despertar el nervio vago
1. Preparación
- Siéntate en una silla cómoda, con los pies bien apoyados en el suelo.
- Pon una mano sobre el abdomen y la otra sobre el pecho.
- Cierra suavemente los ojos si lo deseas.
2. Respiración diafragmática
- Inhala por la nariz contando hasta 4, llevando el aire hacia la panza (no hacia el pecho).
- Retén 2 segundos.
- Exhala por la boca contando hasta 6, como si soplaras una vela suavemente.
👉 Repite 5 veces.
(Esto relaja el diafragma y “descomprime” al nervio vago.)
3. Activación suave del psoas
- Sentada, eleva despacito una rodilla como si dieras un pasito en el aire.
- Mantén 2 segundos y baja.
- Alterna con la otra pierna.
👉 Hazlo 10 veces en total, sin esfuerzo.
(Esto moviliza el psoas, lo “despierta” y lo ayuda a soltar tensiones acumuladas.)
4. Relajación final con sonido
- Coloca ambas manos sobre tu abdomen.
- Inhala profundo y, al exhalar, emite un “mmmm” o un “oooooh” suave, como un canto relajado.
👉 Hazlo 3 veces.
(El sonido vibra en el diafragma y activa el nervio vago, llevando un mensaje de calma a todo el cuerpo.)
5. Cierre consciente
- Respira normal.
- Repite mentalmente:
✨ “Yo suelto el miedo de mi cuerpo. Yo elijo la calma y la libertad.”
🌸 Aceite esencial recomendado
Ylang Ylang → relaja el sistema nervioso, disminuye la tensión muscular y favorece la oxitocina (sensación de confianza y calma). Ideal inhalarlo durante el ejercicio.
🌿 Mini rutina semanal (5 días)
🌞 Día 1 – Respiración y calma
- Siéntate en una silla.
- Mano en el abdomen, otra en el pecho.
- Inhala por la nariz en 4 tiempos, exhala en 6 tiempos por la boca.
👉 Hazlo 5 veces.
✨ Beneficio: Relaja el diafragma, libera tensión en el psoas y activa el nervio vago.
🌞 Día 2 – Marchita suave sentada
- Siéntate con la espalda recta.
- Eleva una rodilla suavemente, como si marcharas.
- Baja y cambia de pierna.
👉 10 repeticiones alternadas.
✨ Beneficio: Activa y fortalece suavemente el psoas, mejora circulación y estabilidad.
🌞 Día 3 – Estiramiento con apoyo
- De pie, apóyate en una silla.
- Da un paso atrás con una pierna, deja la otra adelante.
- Empuja la cadera hacia adelante suavemente.
- Mantén 10 segundos y cambia de pierna.
👉 2 veces por lado.
✨ Beneficio: Estira el psoas, libera rigidez y mejora postura.
🌞 Día 4 – Vibración vagal con sonido
- Sentada, manos sobre el abdomen.
- Inhala profundo.
- Al exhalar emite un “mmmm” o un “oooooh” suave, sintiendo vibración.
👉 5 veces.
✨ Beneficio: Activa el nervio vago, calma la mente y relaja el cuerpo.
🌞 Día 5 – Relajación guiada
- Siéntate cómoda, pies firmes en el suelo.
- Imagina que el psoas (el puente interno) suelta piedritas al río con cada exhalación.
- Respira 10 veces despacio, visualizando ligereza.
✨ Beneficio: El cuerpo integra la calma y suelta miedos acumulados.
🌸 Aceites esenciales para acompañar cada día
- Día 1 – Lavanda: calma ansiedad y relaja.
- Día 2 – Romero: da energía y activa dopamina.
- Día 3 – Incienso: ayuda a la respiración profunda y calma el sistema nervioso.
- Día 4 – Bergamota: equilibra el ánimo y potencia serotonina.
- Día 5 – Manzanilla romana: suaviza emociones y ayuda a soltar tensiones guardadas.
Frase poderosa de cierre:
Tú eres más grande que tu miedo, y hoy lo demuestras. ✨
✨ Tu mentora, Adriana Rodríguez