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Imagina que caminas descalza al amanecer sobre un sendero de piedra húmeda, con la bruma azulada abriéndose ante ti como un velo que se descorre lentamente.
A cada paso, escuchas el latido de tu corazón resonar en tus costillas como un tambor sagrado.
Hoy, tus valores se alzan frente a ti como un faro antiguo en la cima de un acantilado:
Brillan con la luz dorada de tu verdad, llamándote a permanecer firme incluso cuando el viento de las opiniones externas sopla con fuerza.

Cada valor que has elegido—honestidad, integridad, compasión, coraje—es una llama viva dentro de ti, recordándote quién eres cuando nadie está mirando.
Hoy, tu amor propio no es un acto vacío: es el latido de tu autenticidad en acción, reflejado en cada límite que colocas con amor, en cada elección que haces que respeta tu energía y tu paz.

Aceite esencial del día: Incienso
Para anclarte en tu sabiduría interior y recordarte tu conexión con tu alma, coloca una gota en tu corazón mientras dices: “Me permito ser guiada por mis valores, incluso cuando es incómodo. Soy digna de vivir mi verdad.”

Pausa guiada (1 minuto):
• Coloca tu mano sobre tu pecho y otra en tu vientre.
• Inhala en 4 tiempos, visualizando la luz del faro que eres, iluminando tu camino interno.
• Exhala en 6 tiempos, liberando las dudas y el miedo a ser tú misma.
• Permite que tu respiración sea un ancla a tu compromiso con tu autenticidad.
• Termina con una sonrisa suave, sintiendo la calidez de tu faro interno.

Hoy, no caminas sola: caminas con tu alma alineada, con tus valores como guía y con la certeza de que cada paso hacia tu autenticidad es un acto de amor propio profundo.

✨ Frase para sellar este capítulo:

“Mis valores son el faro que me guía de regreso a mí, una y otra vez.”

Con cada paso auténtico, abres espacio para tu renacimiento.

Tu mentora,
Adriana BeBig