Mi amiga se está muriendo
Mi amiga, mi compañera de la tercera antología, se está apagando lentamente, y en mi pecho sólo hay un océano de impotencia. Las lágrimas inundan mis ojos, mi alma grita en silencio, pues el cáncer, implacable, no le dio tregua. A pesar de sus luchas, a pesar de su valentía, deja atrás a su familia, sus niños, su esposo, su risa que resonaba como melodía.
¿Por qué, me pregunto, no hay aún una cura para esta cruel enfermedad? Desde las entrañas de la ciencia, sabemos que el cáncer es un laberinto de sombras y laberintos genéticos, una batalla constante entre la vida y la muerte. La esperanza existe en cada nuevo descubrimiento, en cada paso hacia adelante. Pero el dolor persiste, la frustración se aferra a mis entrañas.
Y entonces, me pierdo en pensamientos de fe y destino. ¿Acaso, antes de ocupar este cuerpo en el mundo, ya sabíamos las pruebas que enfrentaríamos? ¿Es todo esto parte de un plan divino, un intrincado tapiz de experiencias tejidas para nuestra evolución espiritual? Dos verdades que se enfrentan, dos certezas que se abrazan en un contradictorio baile.
La neurociencia nos dice que la empatía que sentimos, ese dolor que compartimos, es el lenguaje silencioso de nuestras mentes conectadas. La corteza cingulada anterior, la ínsula, son testigos de nuestras emociones entrelazadas. En esta conexión, encontramos consuelo, pero también la insoportable carga de sentirnos incapaces.
En medio de este torbellino, escucho sus voces, veo sus mensajes, siento su presencia, y me pregunto cómo unir estos hilos dispares. ¿Cómo encontrar la coherencia en medio del caos, la unión en medio de la disonancia?
Tal vez, en esta búsqueda desesperada de sentido, encontremos un equilibrio entre la ciencia y la fe. Que ambas iluminen nuestro camino, que ambas nos ofrezcan esperanza y comprensión. Y así, en medio del dolor y la pérdida, quizás podamos hallar un propósito mayor, un hilo de luz que teje nuestras experiencias en el vasto tapiz de la existencia humana.
No lo sé, pero su legado y sus palabras se quedarán siempre conmigo.
Agua de vida,
olor a tierra mojada,
Caricia para el alma.
Bibiana Riquelme
Hoy 10 de Diciembre, a las 11 PM en Suiza. DEP Bibiana Riquelme.