Esperas a que otros tomen el control de tu destino.
Hace una semana, un joven me contacto que quería tener unas sesiones de Coaching, la verdad estaba muy inseguro.
Después de varios intercambios de mensajes decidido que sí quería tener las sesiones. El solo podía este sábado, así que acordamos que para avanzar, nos veríamos en persona ese día.
La verdad tuve que hacer muchos cambios a mí agenda para poder ayudarlo. Cosas muy importantes para mi, pero sabía que necesitaba mi ayuda.
Dos días antes de que fuéramos a tener la sesión me contacta y me dice que no está seguro que esto funcione y que mejor lo dejamos para otra ocasión. Además que su pareja tampoco creé que va a funcionar, etc,.
Yo tenía muchas cosas pendientes y a otras personas en lista de espera, así que se me hizo muy fácil reacomodar mi agenda.
Para mí sorpresa, está persona me vuelve a enviar mensajes y me dice que le encantaría venir a conocerme. Yo ya había hecho otros planes y no los podía cambiar.
Esté joven me dejó pensando en varias personas que conozco que no pueden hacer sus propias decisiones.
Tengo varias amigas que me invitan a ir a cenar y les preguntó ¿a donde vamos? y me contestan, no se a cualquier lado. Y les vuelvo a preguntar ¿y de que tienen ganas y me dicen no se y tú?
Me imagino que Uds también conocen a varias personas así. Alomejor ustedes mismas se pueden ver reflejadas en este ejemplo.
Cuando le dejamos a otros a que tomen las decisiones por nosotros, le estamos dando el control de nuestras decisiones a la otra persona.
Además van a elegir por ti y hacer uso de tu tiempo como a esas personad le plazca.
Y lo más importante que la experiencia y el resultado sea bueno o malo de dejar a otros que decidan por ti va a seguir siendo tú responsabilidad.
La indecisión nos afecta a muchos. Hoy por hoy, debemos aprender a tener confianza en nosotros mismos para poder tomar las mejores decisiones. De acuerdo a nuestros gustos, valores y necesidades.
Aunque te de flojera, o sea la decisión de tu grupo de amigos, tu debes decidir lo que es más importante para ti. Nunca digas si a algo que no quieres realmente solo por presión a pertenecer a un grupo o al que dirán.
Que importa lo que diga la gente, tu decides. Nadie más.
Confía en tu intuición y en tu corazón, aveces nuestra mente nos protege y no nos deja salir de nuestra área de confort.
Cuando tú aprendes a decidir por ti, sin dudarte vuelves a retomar el control de elegir lo mejor para ti. Te regresa la confianza en ti mismo. Tú autoestima.
Aunque muchas veces te puedes equivocar, estás aprendiendo a saber lo que te gusta y lo que no te gusta.
Trata de tomar decisiones en las áreas que batallas más. Toma pequeñas decisiones para que te vayas acostumbrado a salir de tu área de confort.
Por ejemplo yo siempre trato de tener un balance entre mi intuición, lo que me dice mi corazón y mi mente. La lógica siempre trata de ganar, pero cuando pones todo en una balanza tienes mejor poder de decisión.
Todos los días a cada instante estamos tomando decisiones. Como por ejemplo: cambiar de pensamientos negativos por positivos o simplemente el elegir cosas triviales como que voy a comer hoy, que zapatos voy a usar esta tarde.
Lo importante es aprender a tomar riesgos y mejorar. Lo que no se vale, es que porque somos indecisos, se nos pasa la vida, nuestros mejores años, nuestros mejores momentos.
Cada oportunidad tiene diferentes opciones y oportunidades. Aprende a revisar las opciones que te dan las mayores oportunidades a futuro y decide.
Así es que ya sabes la próxima vez que alguien te pregunté y tú qué quieres contéstale con fuerza y seguridad.
Sé grande, sé tú.